Don Espiridión Uñafuerte un viejo lobo de mar,
terror de los barcos atuneros y defensor de los delfines; cuenta una leyenda
sobre el origen del día de la “coneja”, misma que a continuación relato:
“Cuentan que en la tumba en la que colocaron el cuerpo de Jesús, estaba
escondido un conejo llamado Yasser que entre miedo y curiosidad, veía como la
gente lloraba dolida por la muerte de aquel hombre que desconocía. Su miedo se convirtió en terror, cuando la
gente abandonó la tumba y selló la entrada con una enorme piedra, entonces el
conejo salió de su escondite y se echó en el piso, cerca de donde yacía el
cuerpo de Jesús; para después quedarse dormido.
Sin
saber cuanto tiempo había transcurrido, despertó cuando sus sentidos
percibieron movimiento dentro de aquella oscuridad, tomó asiento sobre sus
patitas traseras justo en el momento que el cuerpo de aquel Hombre también se
levantaba atravesando la sabana que lo cubría sin haberla rasgado, creyendo que
su vista lo engañaban, el conejo Yasser frotó sus ojos con sus patitas
delanteras; sin embargo era cierto ese Hombre estaba vivo y lentamente caminaba
hacia a entrada de la tumba, cosa que provocó que al conejo Yasser casi se le
cayera la quijada al suelo, de repente la pesada piedra que cubría la entrada
se movió y un ángel se puso de rodillas ante Jesús que salía sonriente.
En ese
momento al pobre conejo Yasser se le cayeron los “uyuyuy”, así no’más, ¡Plaf! Y
perdió el sentido.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Izm54XDOz_9VjNT9xX1TZSWC5vZNgTHO_DSQf9uUOJ_d4xCizqvDZlEwg8dnubo7c1demUsvVOL71N9j_K1-tX2ddv6zDXUIf1JA70GLpxEGmoYDviURTQGGfIc5sAvN3898E1ZzmhI/s200/coneja.jpg)
Y es
por esta razón, se habla de los huevos de la coneja en
el Domingo de Resurrección”.
Hasta
aquí la leyenda que cada Domingo de Resurrección, tras la Misa y una rica
comida a base de mariscos y pescado, relata Don Espiridión después de unas “Pacífico”
y un par de tequilas.
Lo
cierto es que hemos olvidado el verdadero significado de una celebración que a
mi punto de vista, es tan importante como la Navidad.
En el
Domingo de Resurrección o de Pascua, celebramos precisamente la Resurrección de
Jesús; hecho en el que reposa mucho de mi Fe Católica.
El
nacimiento y la resurrección de Jesús, son algo que debemos de celebrar todos
los días; ¡Cristo Vive! Resucitó de entre los muertos y su resurrección
demuestra que su promesa de que podemos tener un lugar en el Paraíso, un hogar
eterno en el cielo es cierta; si aceptamos a Dios en nuestras almas, en
nuestros corazones, en nuestras vidas.
Celebremos
con alegría este próximo Domingo de Resurrección por lo que en realidad
significa y dejemos escondidos “los huevos de la coneja”…….Yassuri agradecerá
que guardemos su secreto.